Muy felices me las prometía yo en el anterior post. Eso de que habíamos terminado era un decir, ya que la otra noche cuando llego a la casa comienzó un verdadero show.
Primero tiro de la puerta de la calle para abrirla y me quedo con el barrote en la mano, unos de los cristales de la puerta me los han colocado al revés (eso da igual, según el capullo del cristalero), continúo entrando y veo que el interruptor que abre la puerta desde dentro no funciona, sigo por el pasillo y compruebo que las puertas del ascensor no las han pintado (según ellos no entraba en el presupuesto) subo las escaleras y me doy cuenta de que falta por poner un foco en una de las habitaciones, me da por tirar de la cisterna y veo que el wc por detrás pierde agua.
Un verdadero caos, ya se que en todas las obras ocurren pequeños errores, pero creo que a mí me han tocado todos. Llamo todo enfurecido al constructor y le cuento lo que ha pasado. Menos mal que me aseguró que al siguiente día estaría solucionado y así fue, pero no veas que quebradero de cabeza. Para colmo, esta mañana el fontanero fue a ponerme el mueble con el lavabo y resulta que la piedra no cabe en el hueco que tengo, vaya marrón, o me cambian el lavabo, que va a estar dificil o me lo como con patatas y compro otro... En fin, un poco estresante todo.
Y mientras, semana y media que llevo esperando a que me visen el certificado de final de obra para poder pedir la licencia de primera ocupación.