Hola de nuevo! Parece que ha pasado una eternidad desde mi última entrada, y así ha sido. Como todos supondréis por el comentario que dejé en la entrada anterior, me he casado y ya POR FIN ESTOY DISFRUTANDO DE MI CASA NUEVA!.
Entre la boda, el viaje y el habituarme a mi nueva vida de casado, que por cierto me va de maravilla, no he tenido tiempo de dedicarme al blog.
La obra se quedó completamente acabada a mediados de Junio, y digo completamente porque quedaron algunos flecos de pintura, acabados, etc. Esto no quiere decir que después no hayamos tenido nuestros "problemillas". Entramos en una interesante fase 'post-obra' que mas que nada nos afecto al tema del papeleo.
Lo más destacable es que tuve ocasión de volver a encontrarme con unos viejos amigos, los de Sevillana Endesa, que me lo han puesto muy pero que muy difícil el tema del enganche de la luz. He estado hasta finales de Agosto con luz de obra porque a nuestros amigos, la verdad, les cuesta hacer cualquier tipo de servicio al ciudadano que no sea cobrar cada vez más por la factura. Tuve problemas parar poner otra vez los cables en la fachada, que al final me han cobrado 1000 Euros (si, como suena, 1000 Euros por ponerme otra vez los cables que ya había pagado 400 Euros antes para que me los quitasen) y luego para que me hiciesen el contrato nuevo. Hasta incluso un día me dejaron sin luz, desconectaron la luz de obra y no me engancharon la mía. En fin, una cadena de despropositos.
Luego tuve otro problemilla con la instalación de la lavadora, pero eso ya no es derivado de la obra en sí, así que no lo detallaré.
Aprovecho la ocasión para daros las gracias a todos los que nos habéis seguido durante estos años y nos habéis apoyado. Y por supuesto, desearos una feliz Navidad y próspero 2010.
Bueno, ya solo queda despedirme, esperando que este espacio pueda ser aprovechado posteriormente con algún otro tema (ya estoy dándole vueltas).
Por último, quiero dejar un mensaje para todo aquel que tenga, como nosotros, el sueño de construirse su propio hogar. Quiero deciros que merece la pena todo el agobio y el sufrimiento vivido cuando llegas a tú casa, entras, te acomodas en tu sofá y piensas: "Esto lo he hecho yo".
